miércoles, 20 de abril de 2016

Hipotonia y tono muscular

Se define como: “la disminución del tono en forma generalizada o focal, que generalmente se asocia a déficit en el desarrollo psicomotor. Este síndrome se caracteriza por la presencia de posturas anormales y poco habituales, disminución de la resistencia de las articulaciones a los movimientos pasivos, aumento de la movilidad de las articulaciones, o amplitud durante los movimientos pasivos”.

La debilidad determina la hipotonía, pero no siempre, la hipotonía ocasiona debilidad.

También puede ocurrir en enfermedades que afectan ciertas partes del cerebro, principalmente al cerebelo, en este caso ocurrirá una reducción en la resistencia a la movilización pasiva de las extremidades.

Un bebé hipotónico, tiende a deslizarse, escurrirse entre las manos de quien lo carga, porque no existe una fuerza de resistencia que se oponga, este escenario se observa con frecuencia cuando se alzan desde las axilas ya que los brazos del bebé se elevaran sin oponer resistencia alguna. Puede haber una falta de control en la cabeza, donde ésta puede caer hacia delante, atrás o hacia los lados. Es probable que mantenga brazos y piernas extendidas que es contrario a lo que haría un bebé en condición normal.



Tono muscular

El tono muscular es la propiedad que tiene el musculo para desarrollar la fuerza necesaria para una actividad.

Aquí radica la diferencia entre la hipotonía y la falta de tono muscular el cual es un trabajo específico para una actividad determinada.

El tono muscular está relacionado con la capacidad de atención, pues forma parte del estado de alerta del sistema nervioso central, y ambos se encuentran codificadas por las mismas zonas cerebrales, por lo que es muy probable que un niño con bajo tono muscular, tenga un problema de atención, debido a que su baja resistencia al esfuerzo, produce una disminución en la función de atención.

Ejercitarse, es el mejor camino, pero es un camino largo, donde hay que tener una alta dosis de constancia, persistencia, perseverancia y tenacidad.

El problema para los padres comienza, si no se lo han informado antes, cuando no se sienta correctamente en su asiento, no sostiene su tronco, se recuesta sobre el escritorio, en general, los músculos no funcionan normalmente, y ahí se desencadena una serie de complicaciones las cuales son graves para su desarrollo si no se atienden, porque de ello depende su futuro motriz, brazos, tronco y piernas; y su futuro académico porque las funciones cognitivas están comprometidas.

La ciencia nos dice: “los núcleos vestibulares de nuestro cerebro, son los encargados de enviar mensajes a los músculos sobre, cuando y como contraerse. Es un control totalmente subconsciente y son los que generan el tono muscular del cuerpo”.

Para que las Áreas de Desarrollo realicen el trabajo correctamente, es necesario que el niño esté correctamente equilibrado y organizado, pero lamentablemente no todos los niños lo están, y muchas disfunciones del sistema nervioso central no parecen en pruebas clínicas, porque solo aparecen las evidencias de lesiones cerebrales, pero hay que ser consciente que existe un problema de funcionamiento y la hipotonía es uno de ello, como lo es la hiperactividad, los déficit de atención y concentración, el bajo tono muscular, la conducta incorrecta, el comportamiento inadecuado, la falta de memoria y la falta de capacidad para seguir una orden.

Si bien estos problemas de funcionamiento, pueden tener diferentes enfoques de solución, no dejan de ser importantísimos, porque es una inmadurez cerebral y se les debe dedicar toda la atención posible por parte de los padres, porque de ello depende el equilibrio en el proceso de aprendizaje.

Un niño con hipotonía, tiene un grado de resistencia muy bajo, se cansa con prontitud, lo que no le permite mantener la atención y concentrarse en lo que le están enseñando y es mal calificado aludiendo su problema a un niño disperso, disipado y distraído, cuando el origen del problema está en otro lado.

Para corregir ésta complicación, es necesario crear y mejorar la habilidad de la función, hay practicar y ejercitar lo que queremos lograr, hay que crear la estructura cerebral para dominar la función y activar el área de desarrollo que necesitamos equilibrar. Hay que ejercitarse a través de una práctica diaria, en forma intensa y prolongada, hasta tanto se logre el objetivo impuesto.

Para ser más claro, si un bebe no gatea por estar mucho tiempo en brazos, se debe insistir en ponerlo en posición correcta hasta tanto lo logre, pese a que los primeros momentos puede ser incómodo para él, porque no está acostumbrado y su conducta puede ser difícil.

Este trabajo, se reflejará en un mejor rendimiento académico, motriz, emocional y social. La práctica, la disciplina, el orden y la constancia son las herramientas para lograr un desarrollo integral elevado.