miércoles, 16 de octubre de 2013

La influencia de los padres en el desarrollo


La influencia de los padres en el desarrollo  

El desarrollo en los niños se puede mirar de diferentes puntos de vista y actualmente se hace y se aporta de diferentes ciencias.
Según el Dr. Oscar Urrutia, director de la Maestría en Neuropsicología de la clínica de la Universidad de Buenaventura, ’’no hay una confirmación científica que permita hablar de cómo programar el cerebro de un niño, como se lo hace en una computadora, ninguna técnica o modelo puede alterar en positivo o negativo el comportamiento o la inteligencia’’.
Esto es una verdad y no tiene discusión, pero no estamos hablando de programar el cerebro sino de enseñar y eso tampoco se debe discutir debido a que  actualmente, diferentes ciencias y estudios relacionadas con la educación infantil,  aportan gran conocimiento y actividades que permiten que el   proceso de aprendizaje sea elevado y permitan al niño tener las herramientas necesarias para lograr aprender con facilidad, esto hay que cultivarlo y trabajarlo, pero no es fácil, es necesario hacer las cosas correctas, en el momento correcto y no se admiten errores.
La Dra. Patricia Camacho, directora academia del grupo estratégico del programa  de neurolingüística, usa el aprendizaje con los cinco       sentidos: ‘’viendo, escuchando, haciendo, tocando y probando´´.    
Según la psicóloga Liliana Zambrano, directora Académica de Aseia, ´´la técnica va ligada al juego, abriendo un espacio divertido del aprendizaje´´
Desde el punto de vista pedagógico, la Dra. Rosa Julia Guzmán, directora de la Maestría en Pedagogía de la Universidad de la Sabana dice: ´´el hecho de pensar en positivo, tiene cierta similitud con lo que los profesionales llamamos mirar las ventanas de oportunidades, se trata de fijarnos en lo que los niños y jóvenes tienen en positivo y tratar de no enfatizar en lo negativo´´.    
Con la unión de todos los aportes científicos, podemos resumir que el  correcto proceso evolutivo se activa por medio del desarrollo de los sentidos y la elevada calidad de movimientos.
Cuando un niño logra un desarrollo motriz y sensorial elevado, activa las funciones neurológicas de aprendizaje:
  1. Seguimiento de instrucciones.
  2. Elevar los niveles de atención.
  3. Aumentar el tiempo de concentración.
  4. Activar las memorias.
  5. Potenciar el IQ       
Este trabajo, repercute en su personalidad, por lo que logramos que la mente, el cuerpo  y sus conductas estén en EQUILIBRIO

Estoy convencido que todos los padres que lean estas líneas, tienen el deseo que los niños logren estas metas, que puedan pasar los años de la infancia, siendo unos niños felices, sin problemas de aprendizaje, saludables  y llenos de vitalidad, en otras palabras que sean brillantes, sanos y aptos, pero no estoy convencido que todos lo logren, entonces qué hacer?
El Equilibrio entre mente y cuerpo, nos garantizan el desarrollo de las funciones neurológicas, sensoriales, psicológicas, vestibulares y motrices. Cuando un niño perfecciona sus movimientos, los ejecuta con  perfección, habilidad, agilidad, debe pensar, atender y concentrarse. Estas funciones son las que tienen mayor relevancia  y son las más importantes para el proceso de Aprendizaje, eliminando así los problemas.
El ejercicio es tan necesario e  indispensable para el Desarrollo  Integral y neurológico de los bebés,  como lo es el alimento para su desarrollo físico, con una gran diferencia, el alimento satisface el apetito y el bebe deja de comer, el aprendizaje es ilimitado, el cerebro no se llena, no se satisface.
El crecimiento del cerebro depende de la calidad de los estímulos que recibe todos los días, de la  correcta información para desarrollar la inteligencia que le permita ir aprendiendo los mecanismos para enfrentar su vida futura.
Si los estímulos son escasos, irregulares o de pobre calidad, el cerebro recibe lo mismo y desarrolla sus capacidades pobre, tarde y mal. Por el contrario, si el trabajo, los programas, la estimularían  es abundante, sistemático y de calidad,  garantiza un ritmo vivo, ágil y alto en el proceso de aprendizaje aumentando las conexiones  cerebrales superiores y el logro de un buen nivel intelectual.  En este punto nadie puede equivocarse, lo que se enseña mal, se aprende mal.
La desarrollo neuromotriz produce en el cerebro de  los niños un efecto multiplicador,  es más  eficaz porque tiene una propiedad llamada “plasticidad cerebral”, es decir, es más moldeable. Por eso se establecen conexiones entre las neuronas con más facilidad, rapidez y eficacia. A mayor calidad de sus movimientos, mayor conexión neuronal, mayor capacidad para aprender. Un niño pobre motrizmente es también pobre en su capacidad para aprender.

                  Gráfica de equilibrio correcto entre las áreas
 
                                               
   Grafica en desequilibrio entre las áreas

                                               
 

La falta de trabajo  o las deficiencias en el desarrollo en primer año de vida, pueden dejar lagunas importantes, cambios en la inteligencia global de los niños. La gran mayoría de los padres  corren ese riesgo pues, aunque sean conscientes de la trascendencia de un buen desarrollo  tienden a ignorar los aspectos esenciales del mismo.
En la gráfica # 1 encontramos gráficamente, como se deben comportar todas las aéreas de desarrollo. Vemos claramente que todas se encuentran al mismo nivel de progreso, esto nos muestra un niño totalmente equilibrado, con una capacidad de aprendizaje alta, con sus funciones activas al mayor grado (área neurológica).
Con una capacidad para realizar todo tipo de ejercicio, y/o deporte, de acuerdo a la edad, con seguridad, dominio y manejo correcto de su cuerpo (área motriz).
Logra, en este caso, manejar todas sus conductas perfectamente, tiene gran comunicación e integración con los demás niños y una gran socialización con los adultos. Entiende y sigue las órdenes sin problemas, disfruta su edad, es sociable, comunicativo y comparte los juegos fácilmente  (área psicológica).
Está perfeccionando sus sentidos en forma correcta, normal y los utiliza en la forma adecuada para lograr mayores beneficios en su vida. Por medio de vista, puede ver correctamente el mundo de su perspectiva, los puede analizar y conocer lo que es seguro y lo que no lo es. La audición es correcta, oye, entiende, analiza y procesa toda la información. Junto con la vista, son las encargadas de activar las funciones de atención. Su parte táctil, ha tenido la experiencia de sentir todos los elementos que forman su mundo actual y su progreso marca un elevado conocimiento del área. Paralelamente el gusto y el olfato siguen en franco  ascenso para completar la perfección del área (área sensorial)
La seguridad que demuestra en sus movimientos, le ha dado un ventaja enorme con respecto a otros niños, puede subir, bajar, trepar, balancearse, adoptar posiciones invertidas, correr en planos inclinados con gran dominio corporal y esto es la seguridad que tiene en el dominio de su cuerpo con el mundo exterior (área vestibular).
En la gráfica # 2 vemos todo lo contrario, un niño totalmente desequilibrado en sus procesos de desarrollo.
Es un niño que tiene dificultad para entender las cosas debido a que es totalmente dependiente, hace continuas pataletas, es voluntarioso, no sigue instrucciones, su nivel de atención es bajo, depende de los demás y se acerca a buscar protección de los lideres.
Tiene problemas de atención e hiperactividad, bajo tono muscular, es torpe en sus movimientos, no es veloz ni ágil, se asusta y le tiene miedo a todo, entre otras cosas. Por esta razón, el cerebro llena esos espacios con problemas de aprendizaje, y de una u otra forma logra un equilibrio, malo pero equilibrio.
Este panorama no es nada fácil para el niño ni para los padres, durante toda la niñez estamos en presencia de un niño con serios problemas de aprendizaje, y realmente no existe un padre que le guste este panorama, pero ¿a quién hay que tratar?
Este es el punto más delicado a que nos debemos enfrentar, ¿el niño está enfermo? ¿El niño necesita un tratamiento? ¿El niño se puede rehabilitar? O por el contrario los que se deben hacer esas preguntas son los padres.
¿El niño aprende  mal o está enseñado? Es una pregunta que mucha gente debe hacerse.
 
Prof. JULIO C. DONA                                     


 Fotos: Laura Mejia

 


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